COLOMBIA FUE RECONOCIDA COMO UN PAIS PLURIETNICO Y MULTICULTURAL DESDE 1991 CON LA NUEVA CONSTITUCION. Este reconocimiento de la existencia de múltiples culturas en el país implica que el país y sus formas de estado establezcan políticas públicas adecuadas a las realidades culturales y sociales del país. Bogotá no escapa a ello. Al contrario; la ciudad debe establecer un modelo eficaz y eficiente de política pública reconocedor de las realidades no solo indígenas sino de todas las realidades de aquellas minorías étnicas que se hacen diferentes al resto de la nación.
Bogotá debe seguir validando, como la ha estado haciendo, el establecimiento de políticas públicas enmarcadas en la atención diferencial a pueblos y minorías. La ciudad en si es una pequeña Colombia, dado que en su interior conviven comunidades de provincia muy diferenciadas en su cultura y formas de aplicar usos y costumbres.
Ahora bien, quienes representan a estas poblaciones diferenciadas en Bogotá en su mayoría resultan siendo poblaciones muy jóvenes: es decir, líderes de comunidades que han venido, o a formarse en las diversas instituciones de educación, o que vienen escapados del conflicto armado, o que intentan lograr reconocimientos a sus derechos. Este tipo de poblaciones no ha sido tenido en cuenta de una manera profunda. Cada pueblo indigena es diferente; las minorías afroamericanas son diversas entre si: las comunidades campesinas también mantienen sus diferencias culturales. Y la ciudad debe tener como reto, para pensarse en si misma, PENSARSE COMO CIUDAD REAL. Una ciudad más humana desde la unidad en la diversidad
Las políticas públicas culturales en Bogotá que quieran intervenir en el apoyo sustancial a las comunidades diferenciadas (léase etnias o minorías étnicas) no deben basarse solo en presupuestos: HAY QUE CONSTRUIR UNA FORMA DE HACER CIUDAD SUSTENTADA EN LA RIQUEZA CULTURAL DEL PAIS. Planificar con ellas; permitirles niveles de participación adecuados; impulsar sus liderazgos y ayudarles a estas culturas a mostrarse al país en sus realidades y necesidades, y sobre todo: escucharlas para darle un buen sentido a la nación que se construye en Bogotá desde lo moral, lo político, lo social y lo cultural
Bogotá integra diversas universidades y centros de formación publica desde donde se pueden dirigir nuevas estilos de gobierno e inversión social basados en el respeto a las diferencias y aplicando políticas públicas adecuadas. Los entes educativos de educación superior tienen un reto en esta labor de hacer ciudad: ayudar a que el resto de la nación colombiana entiendan que somos un país multicultural y que debemos entre todos impulsar aplicar las practicas de la interculturalidad: que en síntesis es crear un modelo de gobierno donde la tolerancia, la diversidad, las diferencias, y el reconocimiento de los derechos tengan una prioridad.
Bogotá, al ritmo de la necesidad de QUERER SER MAS HUMANA, debe SER MAS INTERCULTURAL, ya que en la participación y en el reconocimiento de las diferencias esta la realidad del país. Una Bogotá intercultural donde las políticas públicas interactúen con las verdaderas necesidades culturales de las comunidades, podría ser un modelo eficaz de gobierno, carente de corrupción, pleno de participación, y proyectado a todas las realidades comunitarias que expresa el país.
Oscar William Valbuena Vega.
Indígena del Pueblo Wayuu / Nación Wayuu
Candidato Junta Administradora Local – J.A.L – Localidad 17 La Candelaria
Bogotá D.C
Numero de Teléfono Celular - 3168171428
Twitter / @OscarWayuu
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