
Published: February 3, 2010 07:15 ET
Manaure,
Colombia - En caso de América del Sur se proyecta como un dedo en el
mar Caribe, rollo de hojas de sal en el mar, hizo blanco brillante bajo
un sol abrasador
.En el pueblo costero de Manaure, el hogar de los depósitos de sal más grande de Colombia, los mineros de sal de la shuffle indígenas wayuu su grupo de flip-flops durante un granizado de sal, arena y agua de mar que Sears las plantas de los pies.. Se pala la sal en 100 sacos de libras que venden a la compañía por el camino. A pesar de los ingresos miserables y un trabajo agotador, la minería artesanal es vital para el pueblo wayuu de Manaure. Ellos ven las minas como clave para la determinación de su desarrollo económico y social.
Sin embargo, los montones de sal se han convertido en objeto de una lucha de décadas entre los Wayuu, cuyo territorio es el hogar de la reserva de sal, y el gobierno, que ha resistido una orden de la corte tras otro a ceder el control.
"El gobierno no nos permiten desarrollar", dijo Armando Valbuena, un líder wayuu.
Los wayuu han extraído la sal desde hace siglos. En 1970, los wayuu a regañadientes firmado un acuerdo que permita al gobierno a cerrar las lagunas de agua salada donde los wayuu de pesca y para hacerse cargo de la minería a cambio de una compensación, la vivienda y la educación. Los wayuu dicen que las promesas nunca se cumplieron. El gobierno de la producción industrializada a través de franjas de las salinas de expansión. Extractos de las máquinas de la sal, que se limpia. Es entonces ejecutarse desde un half-pipe y las tierras en una pila enorme blanco de varios pisos.
Pero a un lado, los mineros independientes que son en su mayoría wayuu marcados sus propias parcelas llamadas "charcas" y vendieron su sal a la empresa del gobierno. Algunos viven en casas destartaladas insertado en una lengua de tierra entre el mar y las llanuras de sal cegadora. "Hemos nacido aquí, y vamos a morir aquí", dijo el minero José Antonio.
Cuando el acuerdo con el gobierno de vencimiento en 1990, los wayuu propone una sociedad mixta de propiedad dividida entre los wayuu, los gobiernos nacionales y municipales.
Finalmente, después de años de espera, el presidente Álvaro Uribe en 2004 aprobó la creación de una empresa con 51 por ciento de propiedad del Ministerio de Comercio, el 25 por ciento de los wayuu y 24 por ciento de Manaure. Más tarde, los tribunales dictaminó que el gobierno tuvo que entregar el restante 51 por ciento de la empresa a los wayuu.
Pero hoy, como lo han hecho durante años, los wayuu de Manaure y están a la espera de las poblaciones y los bienes que se les adeudaban....